El conductor del camión no se explicaba cómo no había pisado el freno tratándose de una pendiente con tan mala visibilidad, y declaró que lo único que se le ocurría es que fuera cosa del diablo. Dick North también tenía su parte de culpa: antes de cruzar miró hacia la izquierda, pero tardó demasiado en comprobar que no venía ningún vehículo por la derecha. Suele ocurrir cuando uno pasa mucho tiempo en el extranjero y regresa a Japón. Uno no se acostumbra al sentido del tráfico por la izquierda y mira primero hacia el lado equivocado. En la mayoría de los casos, todo termina con un pequeño susto, pero a veces se producen graves accidentes. Es lo que le ocurrió a Dick North. El camión se lo llevó por delante y lo lanzó al otro carril, donde lo arrolló una camioneta que venía en sentido contrario. Falleció en el acto. Cuando me lo comunicaron, lo primero que me vino a la mente fue la imagen de él haciendo la compra en el supermercado de Makaha: seleccionaba expertamente los productos, examinaba atentamente la fruta, lanzaba sin cohibirse las cajas de Tampax al carrito de la compra.