What do You think about The Success And Failure Of Picasso (1993)?
There is no doubt that this book is well-written and thoughtful. Yet, the prose is dense and sometimes felt like reading an extended term paper or thesis. Parts of this book were fascinating while others, I felt, got bogged down in analysis unrelated to Picasso's life. For readers who are interested just in learning more about Picasso, it might be a slog of a read; I'd recommend a biography instead. For readers who delight in art historian and social criticism vocabulary, then it might be an ideal read. Overall, my favorite passages (and where I felt I learned the most) were the ones pertaining to his later life and artistic frustrations. The passages about lack of subject matter when compared to other artists of various time periods were also interesting to me. Overall, worth the time to read but not one that I'll reread.
—Melanie Faith
John Berger presents a profound analysis of Picasso's paintings. He shows how Picasso's exile from Spain had a great influence on his painting. The major analysis by Berger is that Picasso was unlike most of his contemporaries. Whereas many painters view their lives through the works they created, Picasso was Picasso. He was viewed through a different prism. All his works were considered masterpieces because he was Picasso. People were afraid to criticize his paintings. Not so Berger. Picasso's greatest work was done during his Cubist phase where he generally worked along other artists. But, often, he was alone and his painting suffered. Berger explains why along with 100s of illustrations of Picasso's work. The great paintings (or sculptures) were erotic ones of his mistress Marie Therese. He was passionate about these works and his other works were less passionate even though still skilled works. Marie Therese was in over 500 of his works.
—Eddie
La oposición «arquitectónicamente correcta» entre la auténtica función y la exteriorización vulgar puede ilustrarse por el contraste entre una simple bomba de agua y un grifo de oro: la primera como un simple objeto que satisface una necesidad vital y el segundo como una excesiva exteriorización de la riqueza. Sin embargo, en estos casos siempre hay que tener cuidado para evitar la trampa que señala John Berger en Success and Failure of Picasso; Berger observa mordazmente que el periodo azul de Picasso, «debido a que se ocupa patéticamente de los pobres, siempre ha sido el favorito de los ricos»8. Un análisis más detallado descubre pronto que esta oposición está sobredeterminada por un fondo mucho más complejo y ambiguo. Cualquiera que visite verdaderas ciudades de miseria (como las favelas brasileñas) no puede evitar observar cómo las improvisadas edificaciones de retazos, incluso construidas con restos de chapas y maderas, están llenas de decoraciones kitsch a menudo ridículamente excesivas, incluyendo grifos de oro (falsos, por supuesto). La gente pobre (mayormente) es la que sueña con grifos de oro, mientras que los ricos prefieren imaginar la simple funcionalidad en el equipamiento de la vivienda: Bill Gates busca ayudar a los africanos pobres proporcionándoles una simple bomba de agua, mientras que los pobres africanos probablemente la embellecerían tan pronto como fuera posible con una ornamentación «kitsch». Es como el irónico comentario que hacía un observador de Rusia en los años de Yeltsin de que las mujeres normales que deseaban parecer atractivas se vestían de prostitutas (la idea común de prostituta: lápiz de labios rojo intenso, joyas baratas, etc.), mientras que las prostitutas de verdad preferían marcar su diferencia vistiendo simples pero caros trajes de «negocios». Realmente, como dice un refrán popular entre la población pobre que participa en los carnavales de Brasil, «solo a los ricos les gusta la modestia; los pobres prefieren el lujo». Viviendo en el Final de los Tiempos Pág.260
—Leonardo