What do You think about Hart's War (2000)?
"La guerra de Hart" es una gran thriller de suspenso con toques de acción y drama, que tiene de fondo sugerente la 2da Guerra Mundial y presenta un conflicto racial muy bien desarrollado. Al principio la lectura parece anunciar un libro de acción en plena guerra, pero después deriva en un policial que se centra principalmente en el juicio al teniente negro por el asesinato de un compañero, y se sospecha de él por tener una relación conflictiva a base del racismo con el muerto. Por supuesto que la tarea de defenderlo no va a ser nada fácil, ya que hay muchos intereses en juego tanto de la parte americana como de la alemana, y tratar de desentrañar el misterio les va a costar mucho más de lo que imaginaban.Los personajes están tan bien caracterizados que uno los odia o los ama: el protagonista Hart es un sobreviviente que al enfrentarse a una tarea bastante difícil sale adelante utilizando todas sus fuerzas; el teniente Scott, el acusado, en un principio es bastante melancólico y apático al que le gusta estar solo, es impulsivo y algo arrogante, pero no le impedirá hacer buenas migas con Hart; hay muchos secundarios bastante buenos, tanto aliados como alemanes y sin embargo el personaje mas destacable entre los "villanos" por así decirlo son el coronel MacNamara, un soberbio americano que hará lo que sea con tal de mantener el honor impecable a pesar de estar preso (su personaje está tan bien hecho que lo odias con todo) y mayor de las SS Heindrich Wisser, encargado de supervisar el juicio. Hay sin embargo un cambio bastante grande en la actitud de algunos personajes cuando aparece en escena un giro de la trama bastante interesante y si uno está lo bastante atento puede sacarlo antes de tiempo, pero que de ninguna manera se desaprovecha.Es remarcable lo resaltado de los códigos de honor y respeto que marcó John Katzenbach a partir de la experiencia de su padre Nicholas, que fue prisionero de guerra en un campo de concentración; el sacrificio que hacen los personajes por mantener sus valores humanos y morales está tan bien incorporando que hasta puede hacerle saltar una lágrima al mas sensible."La guerra de Hart" es un gran libro (también fue transladado a la pantalla grande con Bruce Willis y Colin Farrell, como se puede ver en la portada) que desencaja con todo lo que vino haciendo Katzenbach hasta ahora, pero según él es un libro que siempre quiso hacer, y no lo culpamos: es una gran historia con un mensaje bien potente y conciso.
—Lucas Rodriguez
My files at work are corrupted; it’ll take the crack IT team hours to straighten it out (it they ever really do). So I re-wrote this review.Things you can do with this book.Use it prop up a shortened leg on a piece of furniture. It’s about an inch thick. 25.4 millimeters if you live in Nazi Canada.Use it as an argument that both a movie and book can suck. Using Twilight as your prime example gets old. Plus, the movie has a phoned in Bruce Willis performance. If you have enough copies, you can build a dwelling out of them. Hey, the pioneers used sod.Use it as kindling. When I was a Boy Scout my fire igniting abilities were terrible. This, a pack of matches and viola.Tear out the pages and make origami boars.Shred it and use it in your cat’s litter box.Shred it and line your bird cage.Read it or better yet, gift it out to that relative or friend you don't like.The best way to describe this book is if John Grisham was drunk and he wrote The Great Escape or Stalag 17. It places a courtroom drama within the confines of a German prisoner of war camp. The book is excruciatingly predictable. Every time the author introduces a hackneyed plot point, you know it’s going to have significance later in the book:Conflict between Black airman and Southern racist? Check. Main character has claustrophobia. Check.Cagey German soldier is hiding some key bit of information. Check.Reading different authors back-to-back juxtaposes the best and worst between the two. My previous book was by Elmore Leonard, who has a crisp, matter-of-fact style. Leonard has said that when he goes over what he writes and if it sounds like writing, he rewrites it. This author should have heeded this advice. As I came across overwrought bits of dialogue or hackneyed descriptions of emoting characters, I thought it would make an interesting drinking game. Example: when characters got angry they clenched their fists, ground their teeth, flushed red or shook their fists, etc. They did this repeatedly and the descriptions rarely wavered. If the reader took a shot every time he came across passages like this it might improve the reading experience.This is a bad book that with some polish could have been merely awful.
—Jeff