Six Problems For Don Isidro Parodi (1981) - Plot & Excerpts
I can’t help smiling just picturing the two lords of literary misrule, Borges and Casares, writing together. imagining them bursting into laughter every time they found another trick to bold a situation, a character, a figure of speech until it is reduced to mere caricature. Or looking for another model to parody, brainstorming for another idea to develop. Seeking the pure pleasure of ludic not only in content, but also in form.The result? A bunch of characters more or less logorrheic, a gathering of situations more or less absurd, an assortment of crime descriptions more or less comic:What a sight my bed was! Both the spread and the blanket were one big stain and the pillow was no better. The blood had soaked right through to the mattress, and I wondered where I was going to sleep that night, because the late Tadeo Limardo was stretched out on the bed, deader than a salami.Round and round a Don Isidro Parodi immobile in his cell, the six stories gravitate, brought by colourful visitors who speak incessantly, bombarding him with information, bragging about themselves, insisting on irrelevant details, lying and omitting essential clues and generally making fools out of themselves, to the amused despair of our hero:"Look here, young man," said Parodi, "with all this talk this cell's just like an election rostrum. As soon as I'm not looking, some clown slips in here with a tale about signs of the Zodiac, or about a train that doesn't stop anywhere, or about a fiancée who never committed suicide, who never drank poison by mistake, and who never got murdered.”However, funny as they may seem, the stories and their detective are only a part of the parody. That is, the authors play not only with intertextuality (and there are many a literary model to spot, from Poe to Doyle, Agatha Christie, M.P Shiel, Ernest Bramah and so on). “With the eloquence of an orator who displays a double row of golden teeth”, they create the first Argentinian mystery novel, with the first Argentinian detective, in a pure Argentinian environment. Or so the Foreword informs us. But the foreword is written by an obnoxious character, “a countryman of ours, a simpleton, an actor”, according to Don Isidro Parodi. Moreover, the footnotes are also signed by various characters of the book, who seem to migrate liberally from text to metatext long before (although less consistently than) those of Nabokov’s Pale Fire. Their voices comment, bring supplementary information, mimic critic authority and generally do not refute themselves – same bogus individuals of heartbreaking candor:Parodi's lack of mobility is the symbol and epitome of intellectuality, and it stands as a challenge to the pointless, frenetic action of American detective stories, which an overcritical yet quite accurate mind might compare with the celebrated squirrel of legend.There is even an invented author, Dr. Honorio Bustos Domecq, (although he was, for a while, the pen name of Borges and Casares) with a short biography and a fairly long list of works inserted at the end of the book.This to and fro between fiction and reality leads to an indulgent (precursor of modernism) vision of literature as a messed-up territory. Messed up by both the author who plays with the boundaries of reality as he sees fit, and the reader, prisoner in the cell of the narrative and trying to make a sense of it all, since he’s unable (and unwilling) to stop the Scheherazades’ invasion. P.S. Only three stars for, even though the writing is impeccable (no wonder here) the book is altogether too intellectual, too worked, if you know what I mean, the pleasure of writing overlooking the pleasure of reading and somewhere down the road the reader feels frustrated to have been somewhat neglected. At least this is how I felt.
Como lo indica el título, este libro está formado por seis cuentos que fueron escritos por Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares bajo el pseudónimo de Honorio Bustos Domecq (Bustos era el apellido de un bisabuelo materno de Borges y Domecq, el de la abuela paterna de Bioy). El libro abre con una biografía de Bustos Domecq y así nos enteramos que es un escritor nacido en Pujato, provincia de Santa Fe y que vivió en Rosario. También hay una presentación escrita por Gervasio Montenegro, un imaginario colega de Bustos Domecq que además aparece como personaje en varios cuentos.Isidro Parodi es el detective que debe resolver seis misterios pero no es un detective cualquiera ya que se trata de un preso. Por su celda pasan distintos personajes y, en base a sus narraciones y solo con la ayuda de su inteligencia, resuelve los casos que se le presentan. En este libro, Borges y Bioy parodian los cuentos policiales clásicos (Parodi suena muy parecido a parodia) y me imagino que se deben haber divertido escribiéndolo tanto como yo me divertí leyéndolo. El primer cuento, Las doce figuras del mundo, ya lo conocía porque lo leí en la secundaria, en quinto año y trata de un hombre que cree haber cometido un asesinato. El segundo cuento, Las noches de Goliadkin, es el clásico relato policial que transcurre en un tren. El tercer cuento, El dios de los toros, trata acerca del robo de unas cartas compremetedoras y del posterior asesinato del marido de una dama de la alta sociedad. El cuarto cuento, Las previsiones de Sangiácomo, nos relata la muerte de una chica rica y luego de su novio. El quinto cuento, La víctima de Tadeo Limardo, narra la muerte de un hombre en un hotel de cuarta y el último cuento, La prolongada busca de Tai An, el robo de una joya y un asesinato. Los cuentos se van encadenando ya que muchos personajes se repiten en las historias como Molinari, Montenegro, Mariana y Anglada. Varias historias transcurren entre personajes de la alta sociedad, similares a los de los policiales clásicos ingleses, y en otras, como en el quinto cuento, encontramos personajes de las clases bajas. Una cosa genial de este libro es el lenguaje. Borges y Bioy nos muestran como hablaba la gente en la década del cuarenta. Cuando aparecen intelectuales el lenguaje es rebuscado y pomposo, por ejemplo cuando habla Anglada, pero en el caso de La victima de Tadeo Limardo, los autores se van al otro extremo y usan el lunfardo de las clases bajas. Otro caso interesante es el último relato, en el cual aparece un chino que habla todo el tiempo con metáforas. También podemos destacar el personaje de Mariana, una "tilinga" total que habla como tal y que es uno de los más divertidos. Por ejemplo cuando va a la cárcel a ver a Parodi y entra en su celda le dice:(view spoiler)[-Qué amor de cuartito, y tan distinto al living de mi cuñada, que es un horror de biombos. Usted se ha adelantado al cubismo, señor Parodi, aunque ya no se usa. Con todo yo que usted le hacía dar a esa puerta una mano de Duco por Gauweloose. Me fascina el hierro pintado de blanco. Mickey Montenegro - ¿a usted no le parece que es muy genial?- nos dijo de venir a molestarlo. Qué volada haberlo encontrado. Yo quería hablar con usted, porque es una droga estar repitiendo esta historia a comisarios que la aturden a una a preguntas y a mis cuñadas que son un opio. (hide spoiler)]
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Ferozmente irónico, divertido e intrigante, la obra de dos genios. El sarcasmo y la sátira recorren esta novela; para empezar, el prologuista e hilo conductor de la obra- Gervasio Montenegro, desdoblado en literato pedante (el prologuista) y actor de mala muerte engreído y necio (el personaje, inspirado en el prologuista que es tan ciego que incluso se siente halagado) Si habéis leído el Aleph y recordáis a Carlos Argentino, el primo de Beatriz, no necesito deciros más.Pero hay mucho más. Borges y Bioy despedazan a un montón de tipos de su época (y no solo de ella): la aristócrata mema con pretensiones literarias (Mariana) el poeta "moderno" que nadie lee (Carlos Anglada) el pedante puro y duro (Mario Bonfanti)...y a algunos estereotipos, también de su época: el compadrito tarambana argentino (Tulio Savastano)o el chino misterioso (Shu Tung). Con un lenguaje a ratos barroco, a ratos muy coloquial (la queja que mas he oido acerca de este libro es "!es que no lo entiendo!") supongo que no es un libro facil, aunque a mi no me pareció difícil; pero tiene tantas lecturas (como cuentos policíacos, las tramas son excelentes, y como sátiras son inapreciables) que vale la pena.
—Rozonda
Una parodia cerebral y literaria hasta el tuétano de las novelas policíacas y de los grandes detectives sólo podría surgir de los dotes combinados de Borges y Bioy Casares. Isidro Parodi es el detective más inesperado... muchas de sus conclusiones son tan enredadas como los casos que se le presentan y, sin embargo, todas las piezas encajan, al tiempo que dejan la sensación de haber estado leyendo una historia totalmente desligada de la que el genial detective acaba de resolver. El lenguaje utilizado en cada uno de los problemas se vuelve uno con la trama y el ambiente, al punto de llegar a resultar abrumadora, sin perder su encanto. Por lo demás, las cuatro estrellas que le he dado al libro reflejan más mi sensación de que hay muchos detalles y secretos que se me escapan: un desconocimiento que presiento disminuye mi disfrute pleno del libro.
—Leonardo
Colección de seis relatos escrita por Borges y Bioy Casares y publicada bajo el genial seudónimo Bustos H. Domecq, "Seis problemas..." tiene un titulo apropiado. No solo porque la colección consta de seis cuentos, sino que la colección en si tiene algunos problemas que pudieron haber sido fácilmente eliminados para mayor apreciación de la historia. Me cuesta trabajo calificar la colección con tan solo dos estrellas, porque los misterios en si son muy bien armados y nuestro personaje central (un barbero acusado falsamente de asesinato y quien purga su condena en la cárcel y cuyo intelecto incisivo lo ayudan a resolver casos desde su celda, consiguiéndole las visitas de miembros de un mismo circulo social en apuros) es interesante y gracioso cuando se le cede (milagrosamente) la palabra. Pero la estructura y caracterización de los personajes de reparto le restan la apreciación y el placer de la colección. Los cuentos no son solo historias detectivescas, sino que son relatos costumbristas del Buenos Aires durante principios de los 40, así como una parodia (nótese el apellido de nuestro héroe) sutil de las historias de misterio y las personalidades y discursos de las altas sociedades e intelectuales de Buenos Aires (varios de estos personajes reaparecen en cuentos posteriores, unificando los relatos no solo de manera narrativa, puesto que ellos han "editado" la colección, como lo comprueban sus notas al pie de página y sus prólogos). Aquí no esta lo negativo. Lo que le resta unas dos estrellas es que todos los personajes que visitan a Parodi son pomposos irritantes cuyos relatos se asemejan no solo en el vocabulario presuntuoso, sino en que siguen una misma estructura: Dicen que relataran sus problemas de manera concisa, pero desembocan en tremendas digresiones sobre cultura, arte, sociedad, etc. Parodi, por piedad suya y de los lectores, ocasionalmente los interrumpe para que retomen el hilo narrativo. No le hacen caso. Después de 15 páginas o mas de estas conversaciones, Parodi tiempo después da su explicación del misterio, aprovechando para insultar a sus visitantes. Sobra decir que los resúmenes finales de Parodi son lo mejor de los cuentos, no solo porque nos permite ver como se arma este rompe-cabezas humano, sino porque entendemos de que diantres se trataron las últimas quince o veinte páginas. El uso frecuente de la jerga porteña de esos tiempos hace aun mas incomprensible los monólogos de los visitantes para aquellos que no están tan familiarizado con las palabras y frases hechas, pero uno puede pasarse por encima de las palabras y mas o menos entender hacia donde va el asunto. Esto o es muy bueno o muy malo. Se entiende el elemento juguetón y paródico que Bustos Domecq (amplio conocedor del género) quiere imprimir en los cuentos. En ocasiones funciona y funciona muy bien, pero hay mas omentos en donde parece mas chiste local (o metropolitano) entre literatos, intelectuales, burgueses o dandies. En mi humilde opinión, los dos primeros cuentos ("Las doces figuras del mundo" y "Las noches de Goliadkin") son los mejores, tanto por el misterio y resolución como por la narración, que es mas corta y humorística, así como mas evocadora de los relatos del padre Brown de los que Domecq es aficionado. "Las previsiones de Sangiacomo" (el cuarto relato) tiene una explicación fascinante que vale la pena descubrir, aunque la narración es una prueba a la paciencia. Recomiendo esos relatos para los que tienen una curiosidad. Los demás los recomiendo para los que les gusta terminar las cosas. Goodreads me dice que dos estrellas equivale a un "OK" y un tres a "me gustó", asi que me quedo con el termino mas (comparativamente) bajo mas no agresivamente negativo.
—Jorge