El sueño de Escipión trata el clásico y apasionante tema del papel de la cultura en tiempos de guerra. A partir de tres personajes similares, hombres de letras representativos de su tiempo, el autor desarrolla otras tantas historias paralelas ambientadas en Provenza durante momentos históricos de crisis de la civilización europea: caída del Imperio romano (siglo V); la peste negra durante el exilio de la sede pontificia en Aviñón (siglo XIV), y la segunda guerra mundial. A partir de su investigación acerca del poeta provenzal Olivier de Noyen (1322), Julien Barnevue (1900-1943) descubre un manuscrito de Manlius Hippomanes, un aristócrata y letrado del siglo V que presenció la desaparición del Imperio romano y el dominio de burgundios y visigodos en Francia. Antes de su muerte, durante el asedio alemán, Barnevue reflexiona acerca del papel de la cultura en tiempos de guerra y revisa el concepto de civilización en Occiedente.Espléndida novela histórica, ambientada en Provenza, que trata tres momentos paradigmáticos de la historia de Occidente en los que las calamidades humanas y políticas han puesto a prueba el concepto de civilización. Comparable con El nombre de la rosa de Umberto Eco, cuenta con una ventaja adicional: los tres momentos históricos tratados están al alcance del lector medio. Sobra decir, que el autor es un buen conocedor de la cultura clásica y que esta obra tiene como telón de fondo la obra de Cicerón, Sueño de Escipión (Commentarii in Somnium Scipionis). La destreza del narrador ―también conocido como autor de novela de suspense, historiador del arte y periodista― junto con el tratamiento de los momentos históricos tan conocidos por el público en general, hacen de esta novela una interesante lectura. Asimismo, la sencillez con la que desarrolla sus argumentos y la elegancia de su prosa, hacen que la novela se recuerde copn gratitud, pues, además de entretener, enseña y pone en tela de juicio momentos clave de ideas como desarrollo, evolución o puereza y aboga por el mestizaje cultural y la síntesis.Tras participar activamente en la primera guerra mundial y recibir una condecoración por su servicio militar, Julien Barnevue, un intelectual francés nacido en Vaison (pequeña ciudad de la Provenza), retoma su investigación acerca de la vida del malogrado poeta provenzal Olivier de Noyen (también oriundo de Vaison, nacido en 1322). Durante su investigación acerca de los escritos y testimonios acerca del poeta en la Biblioteca Vaticana, Barnevue descubre un ignoto manuscrito intitulado The dream of Scipio (El sueño de Escipión). El autor del manuscrito, Manlius Hippomanes, es un hombre de letras y aristócrata galo del siglo V que, con el fin de preservar la civilización y la cultura grecorromana, decide de convertirse en obispo católico y luchar contra los invasores bárbaros de su Provenza natal. Al caer Francia bajo el dominio alemán, durante la segunda guerra, Julien abandona París, como consecuencia del llamado oficial de Marcel, un viejo amigo de infancia, de fuertes confesión católica que trabaja en Provenza con el gobierno colaboracionista francoalemán, conocido como el Gobierno de Vichy. Pese a las buenas intenciones de Julien por proteger a las víctimas del régimen, valiéndose de las artimañas burocráticas y la desidia con la que puede desempeñar su trabajo, Marcel lo chantajea para que le revele el paradero de Bernard, un mutuo amigo comunista y activo ideólogo de la resistencia, con el fin de entregarlo a los alemanes. Ante la negativa de Julien, Marcel denuncia la verdadera identidad de su compañera sentimental, Julia Bronsen, judía de nacimiento. Tras la deportación de ella, Julien, quien incendia su casa materna con el fin de atraer la atención de su amigo Bernard y evitar así la celada tendida por Marcel, se inmola aprovechando el incendio provocado. A través de la investigación de Julien el lector descubre cómo Olivier de Noyen, tras gozar del favor del Cardenal Ceccani, cae en desgracia al revelar al Cardenal de Duux el complot de su protector, cuya finalidad consiste en hacer regresar la sede pontificia a Roma. En efecto Ceccani aprovecha el terror de los ciudadanos y, tras culpar a los judíos de un supuesto envenenamiento de las aguas, convence a los feligreses de devolver el papado a su sede originaria. El poeta, con el fin de liberar de la calumnia su admirado filósofo judío Levi Ben Gershon y a su sirvienta, de quien, pese a las diferencias es su enamorado, decide traicionar a Ceccani y denunciar el homicidio comepido por el Conde de Fréjus, quien asesina a su propia esposa, tras descubrir el adulterio de esta última con Luca Pisano ―pintor amigo de Olivier cuyo mecenas es, a su vez, el Cardenal Ceccani―, dando la culpa también a los judíos. Tras padecer el martirio de la amputación de la lengua y de las manos , por parte de los hombres del conde, Rebeca y Levi Ben Gershon son liberados y exonerados. Dentro de los documentos concernientes al poeta provenzal, hallados en la biblioteca del Vaticano, Julien descubre un ignoto manuscrito del aristócrata galo Manlius Hippomanes, autor de un compendio alegórico de la filosofía grecorromana estudiado tanto por Levi Ben Gershon como por Olivier de Noyen, quien hace una copia del manuscrito. Esta otra historia narra al lector cómo este aristócrata, con el fin de defender la civilización pagana de las invasiones bárbaras, se convierte en obispo católico y aliado de los burgundios, unos de los, a su juicio, más civilizados de los pueblos bárbaros. Sin embargo, para cumplir su cometido traiciona a los suyos, quienes a su vez lo desprecian por rendirse ante los bárbaros. Las tres historias que relata Iain Pears en la novela son una alegoría ejemplar que, al poner en tela de juicio el concepto de civilización, como la cita inicial lo manifiesta, hace un apelo a la tolerancia y al buen equilibrio entre las razones del corazón y las de la racionalidad, cuestionando a todos aquellos pensadores y hombres de acción que, en nombre de un futuro mejor, son capaces de apelar al asesinato de los opositores y al sacrificio del presente histórico.
Rating: 3.5* of fiveThe Publisher Says: In The Dream of Scipio, the acclaimed author of An Instance of the Fingerpost intertwines three intellectual mysteries, three love stories�and three of the darkest moments in human history. United by a classical text called "The Dream of Scipio," three men struggle to find refuge for their hearts and minds from the madness that surrounds them...in the final days of the Roman Empire, in the grim years of the Black Death, and in the direst hours of World War II.My Review: Pears explores well-trodden ground here...what is love, how does love cause us to act outside our own best interests, what does loyalty mean in the end, what relationship does the world have to the divine...through the lives and acts of three men widely separated in time, though united by the existence of a manuscript called "The Dream of Scipio", written by one, and read by the other two. The writer is Manlius Hippomanes, Roman aristocrat and chaste lover of the Alexandrine philosopheress Sophia; the manuscript is his final love-offering to the goddess of his idolatry, given after his faux conversion to Christianity which he undertakes in order to organize the salvation of his beloved Provence. In the time of the Papal Babylonian Captivity, also that of the Black Death, poet Olivier de Noyes discovers this manuscript, reads and fails to understand it, and consults Jewish philosopher Levi ben Gershon to come to terms with the many subtelties lost between the Roman days and his own, degenerate Christian era; thus comes Olivier to his fatal love for Jew Rebecca. And in the modern age, Julien Barneuve, French flaneur and Vichy-government fonctionnaire, writes draft after draft of his response to Manlius's manuscript, thinking all the while that he's analyzing and understanding the life of Olivier de Noyes, the object of his studies.All ends badly for each of these men, their lives, their loves, their very cultural roots are torn up, and grosser and grosser perversions of right and good thinking and living, fueled explicitly by Christians and their revolting religion, take hold and choke reason.Well, no one can say it's not a subject I relate to and support. Too bad it's such a mess. The task of keeping three stories aloft while making sure that each is adding to the others is a daunting one. I don't think Pears did an especially good job of it. The transitions between narratives, all in third person limited PoV, are not keyed to anything that I can discern. I readily acknowledge that I could simply lack the cultural referents and/or the subtlety of mind to recognize them. I simply found the movement through time to be jarring and poorly handled.But overall, this cautionary tale is one well worth considering. The role of "faith" in the decline of common sense in the public discourse is readily seen in our own time, and the horrifying results...teenagers bullied to death, consenting adults prevented from exercising their civil rights because of some ancient and culture-specific "divine" law irrelevant to modern times...surround us daily. Human beings cannot be trusted with piety. It's not something that becomes us as a species. It's quite the opposite of its stated goal, is piety: Instead of creating peace and harmony, it creates hatred and judgment. It certainly does so in me. And I am not a remarkable human being, but pretty darned average in my responses: I don't like people who don't like me.Religion, sadly, in the hands of human beings, doesn't make that problem better, but rather creates a horrible echo chamber for the least worthy and most common feelings to be fed back upon themselves. Woe betide those who try to stand against this noisy tide...Pears points up the futility of this, while making sure we understand its absolute necessity.I wish I believed that reading this book would change hearts and minds, so I could yodel a call to read it NOW from the housetops. It's too rareified, too precious, to make a general audience sit up and take notice. And it's not well enough executed to become the coffee-table adornment of the socially pretentious reader, either, so...here it is. Read it if you agree already, if not don't bother.And isn't that the saddest sentence ever. This work is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-ShareAlike 3.0 Unported License.
What do You think about The Dream Of Scipio (2003)?
Everything a good historical novel should be. Ideas clothed in real people, real people clothed in the ideas of ancient Rome as perceived by three men who live at different times in Provence. Manlius is the 6th century heir of the dying Roman empire, Olivier a 14th century poet during the time of the plague, Julien an historian living under the Vichy government, who discovers the truth about Olivier's death and the key to his poetry. It's all strung together by a manuscript of Cicero's Dream of Scipio that Manlius copied, then is discovered by Olivier many centuries later, and by Julien in the papal archives in the 20th century. The book explores the question of what is the right thing to do in dangerous times. Each man choses a different way to try and preserve the civilization and people he loves.
—Shelley Schanfield
Not as spectacular as "An Instance of the Fingerpost", but nonetheless a tremendous book offering the most convincing illustration of neo-platonicism since Rossetti. Three couples, three times in history, from Rome to WWII, but of course with a common thread. Souls in constant search for each other through time and death. The magic here lies in the fact that Iain Pears could have fallen into the trap of producing something old fashioned, corny or pompously scholarly, instead of which he instills a great modernity into his story and somewhat of a sense of sleuthing into the reader.
—Isabelle
I started my summer with the hugely distasteful, "Angels and Demons," by Dan Brown, his precursor to, "The Da Vinci Code;" and then, thankfully, strode into midsummer with the perfect antidote, "The Dream of Scipio," by Iain Pears. Where the former ripped through a fantasy-land of paranoia, the latter provides a deep exploration of wisdom, love, friendship, bigotry, betrayal, relative morality - and, well, a whole existential landscape.Mr. Pears uses the common literary device of telling three stories in three different historical periods. My usual response to this device is to prefer one plot line, or set of characters over another. Not so with "The Dream of Scipio." I found myself lost in each story, and believed equally in each character and set of circumstances; and, without belaboring the plot Mr. Pears managed to hold the threads of similarity between each story with a masterful hand.My advice? Skip the blockbuster, and go for the lower profile offering. "The Dream of Scipio," rewards with all the pleasures of an extremely well written tale.
—Richard